Caso 1: El uso de la información
Un hombre se va a dar una ducha en el momento que su esposa está terminando de hacerlo.
En ese preciso instante suena el timbre de la puerta. Después de algunos segundos de duda, ambos deciden que ella irá, por lo cual, se envuelve en una toalla, va, abre la puerta y se encuentra con el vecino de al lado de casa.
Antes de que ella pronuncie una palabra el vecino le dice:
– Le doy 1000 € si deja caer la toalla en el suelo.
Ella piensa unos segundos, se decide, deja caer la toalla y se queda en cueros frente al vecino que, después de unos segundos, mete la mano en el bolsillo, saca 1000 €, se los entrega, da media vuelta y se va…
Aún confundida, cierra la puerta rápidamente, se envuelve otra vez en la toalla y vuelve al baño a secarse el pelo.
Cuando llega, su marido le pregunta quién habÃa tocado el timbre.
– El vecino de al lado, dice ella.
Y el marido le pregunta:
– ¿Te devolvió los 1000 € que le presté?
Conclusión
Si usted comparte la información crÃtica con sus asociados, principalmente sobre créditos y riesgos, evitará situaciones indeseables.
Caso 2: Estar bien informado
Un cura va conduciendo cuando ve una monja parada a un lado de la carretera, esperando el autobús.
El cura se detiene y le ofrece llevarla hasta el pueblo más próximo. La monja acepta y pone el equipaje en el asiento trasero. Al sentarse, su hábito se abre un poco y deja ver una hermosa pierna. Sigue leyendo el resto de la entrada »
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